La Tragedia de Río Verde: alas de la muerte que hace 76 años enlutaron al pueblo dominicano
Las Actuales RD
BARAHONA: Ya hacen 76 años que la tristeza abrumó a toda la República Dominicana tras la caída del avión que transportaba a los peloteros después de una doble jornada con el equipo de Barahona. Los mejores deportistas, con un gran historial, perecieron en un hecho que hoy día está presente en la historia deportiva, la cual es recordada como la Tragedia de Río Verde
El accidente aéreo en que perecieron legendarios beisbolistas, fanáticos y dirigentes deportivos santiagueros, ocurrió en horas del atardecer del domingo 11 de enero de 1948. A pesar de los 76 años transcurridos, este suceso se mantiene vivo en la conciencia deportiva nacional.
La delegación deportiva cibaeña arribó al aeropuerto de Barahona en horas de la mañana, siendo recibida calurosamente por representantes de la comunidad, quienes le colmaron de atenciones.
Tanto en la ciudad de Barahona, como en otras provincias sureñas había gran entusiasmo debido a que el equipo local había sido reforzado por buenos trabucos y brazos para enfrentar la dura novena cibaeña que contaba con jugadores de probada calidad y de alta competitividad.
En los días previos cundía la emoción de saber que se enfrentaría a un rival poderoso, pero que también los sureños se aprestaban a darles una sorpresa a los distinguidos y aguerridos visitantes.
La noticia de la caída se expandió como lava furibunda por todo el territorio nacional dando a conocer que el paraje de Río Verde en las cercanías de La Cumbre, Villa Altagracia, se convirtió en la morada final del grupo de héroes deportivos y sus acompañantes. Del cielo caían espesas lágrimas que lloraban el luto nacional.
El avión, un Douglas DC-4 de la Compañía Dominicana de Aviación, voló bajo una tormenta tropical que en esos momentos arrasaba parte de la isla de Santo Domingo y en su trayecto de Barahona a Santiago fue desviado de este último hacia la ciudad capital, ya que en el Cibao no había condiciones favorables para un aterrizaje seguro. No se sabe con certeza cuáles fueron las causas de la precipitación de la aeronave, entre las cuales se debaten fallas mecánicas o error de navegación. Otros aluden al mal tiempo que reinaba en los cielos dominicanos, así como también a la falta de combustible que pudo haber contribuido con la desgracia, ya que el plan de vuelo original fue alterado considerablemente, extendiendo sobremanera la distancia a recorrer por causa del desvío a Santo Domingo.
El único sobreviviente del equipo de peloteros y del grupo que los acompañaba, fue el receptor Enrique “El Mariscal” Lantigua, quien, según muchos, era uno de los mejores en jugar en esa posición en el país. Lantigua se salvó, debido a que decidió irse por tierra. Se dice que él estuvo en una fiesta la noche anterior por lo que perdió el vuelo y tuvo que irse vía terrestre. Aunque otra versión da cuenta de que Lantigua había soñado que la aeronave sufrió un accidente por lo que decidió no subir a ella, salvando su vida de esta manera.
Los integrantes del grupo de deportistas que integraban el equipo Santiaguero eran: Aquiles Martínez, Ventura Escalante (El Loro), Juan Ramón Ramos (Bombo), Juan Bautista Álvarez (El Chino),Fernando Valerio (Nano), Loente Hernández (Yeyo), José Dolores Aviar (Pepillo), Maximiliano Rivera (Puchulán) y Miguel A. Rodríguez (Tatis), Pedro Báez (El Grillo A), Francisco del Villar (Bebecito), Antonio Martínez (Tonito), Alberto Tomás Estrella (Mino), Manuel Tatos (Sancho), Rafael Papiro Raposo, Víctor Saint-Clair (Papito Lucas), Antonio Devora, José Jiménez (Boquita).
Mientras que el grupo que lo acompañaba estaba compuesto por el Doctor Belarmino López, Luis Luque (Periodista, editor deportivo de La Información), doctor Arnaldo Cabral, Manuel Tejada, Virgilio de Peña, Miguel Albaine, Enrique Diloné, Enrique Henríquez, Francisco Collado, Elpidio Victoria, Carlos Manuel Rodríguez, Ramón María Hernando y José del Carmen Ramírez.
La tragedia de Río Verde marcó profundamente el alma del deporte dominicano, principalmente el beisbol, ya que en el accidente murieron un gran número de estrellas del béisbol amateur que hicieron mucha falta al posterior desarrollo de dicho deporte y la misma es recordada año tras año, tanto por los medios de comunicación, como por diferentes personas e instituciones, con misas y un gran número de actividades deportivas y de otras índoles.
BARAHONA: Ya hacen 76 años que la tristeza abrumó a toda la República Dominicana tras la caída del avión que transportaba a los peloteros después de una doble jornada con el equipo de Barahona. Los mejores deportistas, con un gran historial, perecieron en un hecho que hoy día está presente en la historia deportiva, la cual es recordada como la Tragedia de Río Verde
El accidente aéreo en que perecieron legendarios beisbolistas, fanáticos y dirigentes deportivos santiagueros, ocurrió en horas del atardecer del domingo 11 de enero de 1948. A pesar de los 76 años transcurridos, este suceso se mantiene vivo en la conciencia deportiva nacional.
La delegación deportiva cibaeña arribó al aeropuerto de Barahona en horas de la mañana, siendo recibida calurosamente por representantes de la comunidad, quienes le colmaron de atenciones.
Tanto en la ciudad de Barahona, como en otras provincias sureñas había gran entusiasmo debido a que el equipo local había sido reforzado por buenos trabucos y brazos para enfrentar la dura novena cibaeña que contaba con jugadores de probada calidad y de alta competitividad.
En los días previos cundía la emoción de saber que se enfrentaría a un rival poderoso, pero que también los sureños se aprestaban a darles una sorpresa a los distinguidos y aguerridos visitantes.
La noticia de la caída se expandió como lava furibunda por todo el territorio nacional dando a conocer que el paraje de Río Verde en las cercanías de La Cumbre, Villa Altagracia, se convirtió en la morada final del grupo de héroes deportivos y sus acompañantes. Del cielo caían espesas lágrimas que lloraban el luto nacional.
El avión, un Douglas DC-4 de la Compañía Dominicana de Aviación, voló bajo una tormenta tropical que en esos momentos arrasaba parte de la isla de Santo Domingo y en su trayecto de Barahona a Santiago fue desviado de este último hacia la ciudad capital, ya que en el Cibao no había condiciones favorables para un aterrizaje seguro. No se sabe con certeza cuáles fueron las causas de la precipitación de la aeronave, entre las cuales se debaten fallas mecánicas o error de navegación. Otros aluden al mal tiempo que reinaba en los cielos dominicanos, así como también a la falta de combustible que pudo haber contribuido con la desgracia, ya que el plan de vuelo original fue alterado considerablemente, extendiendo sobremanera la distancia a recorrer por causa del desvío a Santo Domingo.
El único sobreviviente del equipo de peloteros y del grupo que los acompañaba, fue el receptor Enrique “El Mariscal” Lantigua, quien, según muchos, era uno de los mejores en jugar en esa posición en el país. Lantigua se salvó, debido a que decidió irse por tierra. Se dice que él estuvo en una fiesta la noche anterior por lo que perdió el vuelo y tuvo que irse vía terrestre. Aunque otra versión da cuenta de que Lantigua había soñado que la aeronave sufrió un accidente por lo que decidió no subir a ella, salvando su vida de esta manera.
Los integrantes del grupo de deportistas que integraban el equipo Santiaguero eran: Aquiles Martínez, Ventura Escalante (El Loro), Juan Ramón Ramos (Bombo), Juan Bautista Álvarez (El Chino),Fernando Valerio (Nano), Loente Hernández (Yeyo), José Dolores Aviar (Pepillo), Maximiliano Rivera (Puchulán) y Miguel A. Rodríguez (Tatis), Pedro Báez (El Grillo A), Francisco del Villar (Bebecito), Antonio Martínez (Tonito), Alberto Tomás Estrella (Mino), Manuel Tatos (Sancho), Rafael Papiro Raposo, Víctor Saint-Clair (Papito Lucas), Antonio Devora, José Jiménez (Boquita).
Mientras que el grupo que lo acompañaba estaba compuesto por el Doctor Belarmino López, Luis Luque (Periodista, editor deportivo de La Información), doctor Arnaldo Cabral, Manuel Tejada, Virgilio de Peña, Miguel Albaine, Enrique Diloné, Enrique Henríquez, Francisco Collado, Elpidio Victoria, Carlos Manuel Rodríguez, Ramón María Hernando y José del Carmen Ramírez.
La tragedia de Río Verde marcó profundamente el alma del deporte dominicano, principalmente el beisbol, ya que en el accidente murieron un gran número de estrellas del béisbol amateur que hicieron mucha falta al posterior desarrollo de dicho deporte y la misma es recordada año tras año, tanto por los medios de comunicación, como por diferentes personas e instituciones, con misas y un gran número de actividades deportivas y de otras índoles.
Tomado del Faro Del Sur
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